lunes, 28 de enero de 2013

Crímenes por Amor

En esta oportunidad les traigo varias historias, relatos, noticias o como les quieran llamar de gente que supuestamente MATA POR AMO.

María Fernanda Chaila

El 29 de mayo María Fernanda Chaila de 23 años encontró la muerte en la puerta de la oficina donde trabajaba. “Bajá que quiero hablar con vos: si no, subo y hago un quilombo, le dijo su ex novio”, Lucas González (miembro de la banda Los Gardelitos). Temerosa del escándalo, la joven fue a tranquilizarlo pero no lo logró. Una vez terminada la relación, comenzó el acoso de González para volver a estar juntos y Chaila decidió denunciarlo ante la Justicia.

Cuando las amenazas se extendieron al resto de su familia, ella decidió no continuar con la demanda y viajó a Buenos Aires para refugiarse. Finalmente, y creyendo que lo peor había pasado, regresó a Tucumán para intentar reanudar su vida. Furioso por la ruptura sentimental, el hombre la golpeó hasta dejarla tirada en el piso, sacó una pistola calibre 9 milímetros con la que le disparó en la cabeza y se marchó como si nada hubiera pasado.

Varios meses después, el 10 de mayo de 2007, ya convertido en el prófugo más buscado en la Argentina, fue ubicado en la localidad bonaerense de Moreno y trasladado hasta nuestra provincia vía aérea. Hoy, González está alojado en la Unidad 6 del Penal de Villa Urquiza a la espera de un juicio oral, cuyo pedido fue recientemente elevado a la Cámara para que se establezca la fecha de su inicio.


Maria Lorena Ponce


Los padres de la joven habían denunciado su desaparición a la Policía. Luego de hacer varias averiguaciones, los pesquisas allanaron el domicilio donde vivía la pareja y se encontraron con un espantoso cuadro. Marcia yacía muerta y Huerga dormía tranquilamente a su lado.

Durante la investigación se comprobó que Huerga y Ponce sufrían severos problemas a causa de la adicción a las drogas. La víctima y su familia habían denunciado al acusado en más de una oportunidad por haberla agredido.
Durante el juicio el defensor del acusado, solicitó la absolución al considerar que Huerga es inimputable por haber actuado bajo los efectos de las drogas.

“El no huyó. Tampoco descuartizó el cuerpo para deshacerse de él como ocurrió en otros casos. El la tapó con una manta porque ni siquiera sabía que estaba muerta. Simplemente no sabía lo que estaba pasando”, explicó el defensor. Huerga, antes de ser condenado, afirmó: “no me acuerdo de nada de lo que pasó”.


Maria Marta Arias


Pablo Amín, de 24 años, fue detenido ayer por la tarde en un hotel de San Miguel de Tucumán, cuando arrastraba por las escaleras y de los pelos el cadáver de su mujer, María Marta Arias, de 23 años. El arrestado fue encontrado por personal del lugar cuando en medio de gritos pateaba el cuerpo, al que se le habían arrancado los ojos y destruido la zona vaginal.

El episodio ocurrió durante la madrugada en el hotel Catalina’s Park, frente al parque 9 de Julio de la capital tucumana, donde la víctima, María Marta Arias, compartía una habitación con su esposo, Pablo Amín, de 24 años. Luego de apresar a Amín, la policía local detectó en el cadáver de la mujer signos de estrangulamiento, heridas cortantes, lesiones en la zona occipital, frontal y genital y la falta de sus ojos, que le habían sido arrancados.

Amín fue internado en el hospital neuropsiquiátrico Obarrio, fuertemente sedado y con una camisa de fuerza. Según fuentes de la investigación, el joven –oriundo de Santiago del Estero– habría asesinado a su mujer en medio de un brote esquizofrénico. En ese sentido, cuando los efectivos se lo llevaban, les pedía agua, con el argumento de que sólo así serían perdonados, sin aclarar por quién.

Amín y Arias se habían casado hacía tres meses, y ya el sábado pasado habían protagonizado una violenta discusión en la calle y la Policía Urbana les había realizado una fuerte advertencia.

La pareja estaba alojada en el Catalina’s Park porque participaban de una reunión de capacitación de una empresa dedicada a la venta de productos naturales, en la que trabajaban. Las primeras reconstrucciones indican que el hombre mató a la mujer en la pieza del sexto piso donde estaban alojados y allí mismo le produjo todas las lesiones. Luego arrastró el cadáver tirando de sus cabellos por las escaleras hasta la planta baja, donde fue visto por los empleados.


Graciela Castillo




Como todos los días, a las 9.00 de ayer, Eduardo Sánchez, de 68 años, habló por teléfono a su hijo Juan Carlos, de 36. Una fuente policial indicó que era una costumbre de que padre e hijo se contactaran, pero esta vez, la comunicación tenía características especiales. El hombre mayor quería que su hijo y su nuera Silvia Saavedra fueran a conversar con él.

“Fue insistente en su pedido”, dijo un oficial que trabajó en el caso. Para los investigadores el hombre tenía intención de matar a los dos, ya que pretendía que su hijo pusiera la propiedad que habitaba a su nombre. Pero la reunión no se concretó. Le avisaron por teléfono que no irían”.

Sánchez estuvo de novio con Graciela Castillo, de 49 años, quien trabajaba de enfermera en el CAPS de la zona.
Según dijeron las fuentes, el hombre, luego de hablar con su hijo, se ofuscó, prendió fuego a la casa y cerró con llaves la puerta. Desde allí se fue hasta el centro asistencial a buscar a su ex novia. Al parecer, quería recomponer la relación que se había cortado porque, de acuerdo a versiones de los vecinos, la pretensión de la mujer para ir a vivir con él, era que la casa esté a su nombre.

Allí Sánchez encontró a su nuera. “Se inició allí, por el mismo tema, una acalorada discusión que le provocó un fuerte dolor en pecho”, dijo la fuente.
En el mismo CAPS fue atendido. Después de algunos minutos las dos mujeres (la ex novia y la nuera) intentaron llevarlo hasta su casa en el vehículo de la esposa de su hijo.

En el camino continuó la discusión y los reclamos por la casa, hasta que en proximidad de la gruta de la Virgen de Lourdes, ubicada en la entrada principal que une los barrio Oeste III y 188 viviendas, se desencadenó el drama.
Sánchez sacó de entre sus ropas una pistola 9 mm y a corta distancia, apuntó a la cabeza de su nuera y le disparó hiriéndola en la mandíbula. La mujer, que conducía el rodado, se desesperó y reaccionó violentamente. “Clavó los frenos”, puso marcha atrás y aceleró. El pánico se apoderó de ella. El auto subió la vereda y se paró a pocos metros de la gruta de la Virgen.

Desesperada y llorando a los gritos, Saavedra se bajó del auto y corrió, sangrante, hasta la casa de su suegro con el propósito de encontrar allí a su esposo.
A pocos metros de llegar, gritaba: “Policía, Policía, mi suegro me pegó un tiro”. Unos vecinos tras auxiliarla la llevaron hasta la casa en donde se encontraba su esposo. Saavedra, sorprendido por lo que estaba viviendo no supo qué hacer. corrió por la calle sin rumbo Quería encontrar a su padre. Gritaba “Hijo de ...” aunque todavía no conocía el trágico desenlace.

En el camino reaccionó y regresó para llevar a su esposa en un auto hasta el Sanatorio Galeno, donde fue internada de urgencia.
La mujer quedó allí en observación por el estado de nervios que tenía, ya que la bala le rozó la cara. Según el informe, el proyectil impactó en el maxilar inferior, pero no penetró el hueso y se deslizó hacia adelante.

Otros familiares fueron hasta la gruta donde encontraron a la pareja muerta. Allí los vecinos contaron que habían forcejado en el interior del automovil.
Trascendió que la mujer le quería quitar el arma pero no pudo. El hombre la superó en fuerzas y le descerrajó un balazo en la cabeza. Luego se quitó la vida.


Jésica Vizcarra





El sábado a la noche en el pueblo de Taco Ralo, varias personas estaban en una fiesta de cumpleaños. Entre ellas, se encontraba Jésica del Valle Vizcarra, vecina de la zona. Según le relataron los vecinos a la Policía, la joven estuvo bailando un largo rato con su ex novio, Sebastián Roque Toledo. Los informantes aseguraron que entre ellos no hubo ninguna pelea y nada que hiciera prever lo que luego sucedería.

Poco antes de las 22.30, la joven se retiró de la fiesta, acompañada por su tía y por su prima. Las tres iban caminando tranquilamente sin saber que la tragedia estaba por golpearlas. De improviso, cuando estaban llegando a la una esquina detrás de ellas apareció Toledo, quien, sin decir ni una palabra, le asestó un cuchillazo en el cuello a Jésica. La joven, herida, cayó al suelo y su prima intentó defenderla.

“Estaba como loco, no lo podíamos parar”, relató luego la joven, que resultó con una herida en una mano por el agresor. Toledo, además, empujó a la mujer de 62 años y la hizo caer. Viendo que ninguna de ellas podría detener al agresor, ambas mujeres escaparon del lugar y Jésica quedó absolutamente indefensa. Según los investigadores, Toledo aprovechó esta situación y atacó con sádica furia a su ex novia. Armado con el cuchillo le asestó puñaladas en el rostro, en el cuello, en el abdomen y en el tórax.

Luego comenzó a cortarla. Fue un ataque demencial. Después, el agresor huyó.
En ese momento, un joven, vio el cuerpo de la joven y corrió a la comisaría a relatar lo que estaba pasando. Los policías fueron al lugar, encontraron a la víctima y en el mismo patrullero la llevaron hacia el hospital de La Madrid, distante a 20 kilómetros, adonde la joven llegó sin vida.

“Se escucharon gritos y la gente salió a ver lo que ocurría . Nos dimos con que alguien había atacado a una joven. Encontramos a la chica tirada, muy mal herida. El muchacho, según supimos después, la había estado esperando por aquí. El tipo, según dicen, estaba muy furioso. La atacó y se dio a la fuga”.

Al dia siguiente vieron que Toledo había atado un alambre a un árbol ubicado a unos 400 metros de su domicilio, y se ahorcó. En el bolsillo trasero derecho del pantalón le encontraron el cuchillo con el que había matado a su ex pareja.
Algunos vecinos aseguraron que Toledo estaba obsesionado con la joven. “No quería por nada del mundo dejar de salir con ella”.

Antonia Matilde Ledesma, de 50 años, madre de la joven, estaba desolada. Sin dejar de llorar aseguró que ella sabía que en algún momento su hija sería víctima de Toledo. “Hace dos semanas este tipo cortó la luz de mi casa, se metió por la fuerza y la agarró a mi hija en la habitación. Cuando yo llegué, salió corriendo y se escondió. Fui a hacer la denuncia en la comisaría, pero parece que no me creyeron. Ahora tengo a mi hija en un ataúd”, dijo.


 
Relatos extraídos de: http://www.friki.net/informes/45057-asesinatos-pasionales-te-mato-porque-te-amo.html
 

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