lunes, 20 de mayo de 2013

Diabolous in Musica: Pactos con el Diablo parte II



Ha habido rumores de posibles casos de que alguien ha vendido su alma al diablo. Los músicos y escritores, por igual, a menudo son acusados de hacer un pacto con el diablo para tener éxito. Hay algunos casos bien conocidos por ahí que indican que alguien ha hecho un pacto con el diablo.







En los primeros artículos hablando de este tema en particular mas o menos uno de los 3 o 4 articulos, hablamos de Paganini. ¿Quien era Paganini? Niccoló Paganini era un músico a finales de 1700. Fue entregado la mandolina en una edad temprana y en la tierna edad de siete años, estaba aprendiendo el violín. A la edad de once años, estaba actuando solos y por la edad de trece años, era conocido como un virtuoso del violín. A la edad de diecinueve años, que estaba empezando a componer su propia música y aprender a tocar la guitarra. A la edad de 23 años, compuso el trabajo más duro para un violinista a jugar y en la edad de 27 años, él estaba de gira y que cautiva al público. Había perdido los dientes de abajo es, estaba pálido y comenzó a vestirse de negro. Se rumoreaba que había vendido su alma al diablo. A pesar de que no se inició el rumor, que no hizo nada para impedir el rumor y, de hecho, animó a la gente a creer. Cuando se le preguntó sobre ello, les preguntó de qué otra manera sería posible para que juegue como lo hace.




Robert Johnson
Robert Johnson era un músico de blues que tuvo una corta vida que se vive. Falleció a la edad de 27 y no mucho se sabe realmente acerca de su vida. Su música influyó en algunas de los músicos de los años 50 y 60. Fue uno de los primeros músicos iniciados en la-N-Roll Hall de la Fama del Rock. Él vivía en la hacienda cuando su deseo de convertirse en un gran músico de blues se produjo. Alguien le dijo que tomara su guitarra a la encrucijada en la medianoche cerca de Dockery Plantation. Cuando llegó, el diablo estaba esperando y tomó su guitarra de él. El diablo puso a punto la guitarra y tocó algunas canciones en ella. Una vez que lo devolvió a Robert, el pacto fue hecho y fue capaz de cantar, tocar y crear el blues.






Cuenta la leyenda que Robert Johnson, nacido en 1911 en Hazlehurst, zona sur del estado de Mississippi, era un músico mediocre y que misteriosamente, de la noche a la mañana, logró convertirse en el mejor guitarrista del Delta, cuyos largos dedos demostraron un conocimiento musical que iba más allá de la edad y la época del artista. Se sabe que Johnson, casado en 1930, enviudó al poco tiempo. A partir de ese momento comenzó un largo peregrinaje por el Mississippi. Durante todo ese periplo nada se supo de él. La leyenda dice que en la encrucijada de dos caminos, al sonar las campanadas de medianoche Robert Johnson le vendió su alma al diablo a cambio de su incomparable talento musical.

No existen pruebas de los vínculos de Robert Johnson con las artes ocultas de la magia negra, sin embargo, la mayor parte de los testigos coinciden en afirmar que sobre el escenario irradiaba un halo mágico que cautivaba al público. Cantaba con una dicción levemente apagada, con una voz apasionada, agonizante y muchas veces afectada, su guitarra era brillante. Los temas persistentes en sus blues eran la desesperación religiosa y los demonios interiores, también describían imágenes de degradación y de desinhibida sexualidad. Un músico creativo y genial.

El mejor bluesmen del Mississippi.

La gente que viajó y tocó con Robert Johnson dice que podía mantener una conversación en una habitación llena de gente mientras sonaba la radio como fondo, sin prestarle aparentemente ninguna atención, y al otro día tocar, nota por nota, cada una de las canciones que se habían emitido. Posiblemente, se trata del artista de blues más influyente de todos los tiempos.

En Texas grabó sus primeros discos, entre 1936 y 1937, en la cual se pueden percibir la influencia de Son House, Willie Brown, Skip James, Johnny Temple y Hambone Willie Newbern. Entre sus primeros títulos, la canción “Terraplene Blues” fue la que tuvo mayor difusión. Johnson sólo grabó veintinueve canciones en su breve carrera. Compuso algunas de las canciones más importantes de la historia del blues, como Crossroad Blues, Come on in my kitchen y Sweet Home Chicago. Dos años más tarde, cuando su virtuosismo y magnetismo lo habían convertido en el mejor músico de la región, murió envenenado por un hombre que creía que le estaba haciendo la corte a su mujer, mientras tocaba en un bar de Greenwood, en el mes de agosto de 1938. Tenía apenas 27 años. Cincuenta años después de su muerte, una reedición de todas sus grabaciones fue disco de oro y consiguió un premio Grammy.

Ahora entiendo de dónde viene la famosa película “Crossroads – La encrucijada“, que por cierto, tiene un banda sonora espectacular si les gusta el Blues.













Johann Georg Faust
Johann Georg Faust fue un alquimista alemán. En 1507, se dijo que era un estafador y un vagabundo que se aprovechan de los crédulos. Se dice que han abusado de varios niños en Kreuznach. En 1509, obtuvo un grado en teología. En la Universidad de Cracovia, estudió magia y se hizo amigo de Martín Lutero y Felipe Melachton. Estos dos hombres se dice que han sido testigos de Johann pacto con el diablo. Trabajó en la Universidad de Ehrfut, donde se decía que él estaba exponiendo sobre Homero y evocaba sus héroes para los estudiantes. Se le preguntó antes de dimitir y se ofreció el arrepentimiento. Fue entonces que él admitió haber el pacto con el diablo. Le dijo a Dr. Klinge, un monje franciscano, que confiaba en que el diablo más de lo que hizo Dios.







Urbain Grandier
Urbain Grandier fue un sacerdote católico francés. Él fue quemado en la hoguera por haber cometido el delito de brujería. Era conocido por romper su voto de celibato y convertirse en un mujeriego. En 1603, unas monjas le acusó de embrujar ellos y el envío de un demonio que cometen actos atroces con ellos. Según la leyenda, su pacto declaró su lealtad al diablo y se renuncia a la fe cristiana. A su vez, fue la promesa de Grandier que tendría el amor de las mujeres, la riqueza y el honor mundano. Este pacto fue escrito al revés y en América y que está disponible para ser visto en Bibliotheque Nationale de Francia.












Supuestos pactos diabólicos a lo largo de la historia
Músicos

La idea de “vender el alma a cambio de virtuosismo y fama” ha sido recurrente en la historia de la música.
Niccolò Paganini, violinista italiano, no encendió el rumor pero permitió que circulara.
Giuseppe Tartini, compositor y violinista veneciano, creía sinceramente que una de sus sonatas estaba inspirada por la aparición del diablo en un sueño.
Infernus – un practicante de Satanismo Teísta – hizo un supuesto ‘pacto con el diablo’ al fundar su banda de black metalGorgoroth.
King Diamond : ha sostenido que un pacto con el diablo le da el poder de las mil voces.
Murdoc Niccals : Segun la autobiografia del grupo Gorillaz, Murdoc hizo un pacto con un demonio a cambio de formar al grupo musical más famoso del mundo. El bajo “El Diablo” (que aparece en el video de Feel Good Inc.) y el cambio de su segundo nombre de “Alphonse” a “Faust”, son el símbolo del contrato. Recientemente se ha especulado que el bajista canceló el trato (la única prueba es que ha firmado como “Murdoc A. Niccals”, dando a entender que recuperó su nombre anterior) debido a ciertos problemas, entre ellos, el secuestro de su guitarrista.
Pablo Olivares : músico argentino, sostiene que tuvo un pacto con el diablo cuando fundo su banda de metal llamada Halogena, pero luego de que fuera secuestrado su vida cambio, este se convirtió al cristianismo y dedica su musica a esta doctrina, su vida fue contada en el filme Poema de Salvación.

La relación entre el rock y el satánico proviene desde los mismos orígenes del movimiento musical en la década de los cincuenta, donde precursores como Elvis Presley o Jerry Lee Lewis fueron duramente atacados por la Iglesia Católica de difundir el mensaje del maligno. El blues ya había sido objeto de persecución por la mayoría blanca norteamericana que consideraba aquella música como peligrosa para la moral wasp (White, Anglo, Saxon, Protestant).

A finales de la década de los sesenta, el rock y las nuevas «amenazas» llegaban desde Inglaterra, en donde The Rolling Stones con álbumes como Their Satanic Majestic Request (‘Al servicio de sus satánicas majestades’) y su clásico Sympathy for the devil (‘Simpatía por el diablo’) arrasaban en todas las listas de éxitos y en sus giras, donde llegaron a utilizar como guardaespaldas a los propios Hell´s Angels (‘Ángeles del infierno’).

Sus grandes competidores, The Beatles, tras sus experiencias con gurús indios, llegaban de nuevo al numero 1 con The White Album en el que, según los defensores de la existencia de mensajes satánicos ocultos, aparecen los primeros mensajes subliminales en las canciones Revolution 1 y Revolution 9. John Lennon golpeaba en el «núcleo» de la moral católica al declarar en el inicio de una gira por Norteamérica que The Beatles eran más grandes que Dios, lo que les supuso la persecución de grupos integristas cristianos y la quema pública de sus discos. El asesinato, en 1980, de John Lennon por parte de un fanático fue también utilizado posteriormente por algunos dedos acusadores como prueba de su relación satánica.



No seria el único caso en que la muerte de un miembro de un grupo acusado de satánico, seria utilizado para demostrar que quien utiliza la energía del demonio acaba siendo consumida por su eterna maldad; así, John Bonham (Led Zeppelín); Brian Jones (Rolling Stones); Bon Scott (AC-DC); Randy Rhoads (Ozzy Osbourne) o el propio Jimi Hendrix, muertos todos en extrañas o crueles circunstancias, sirven para alimentar el mito del pacto de los músicos con el diablo.

Mike Jagger y Keith Richards, de los Stones, llegaron a ser considerados la reencarnación de Lucifer y su ayudante Belcebú por parte de algunos de sus fans, llegando incluso a interesarse por proyectos cinematográficos como Lucifer rising o Invocation of my demon brother, que finalmente no se llevaron a cabo.

Otra banda inglesa de principios de los setenta, acusada de invocar a Satanás en todos sus discos, fueron los precursores del heavy metal, Black Sabbath, cuyo cantante, Ozzy Osbourne, pasaría a ser en los ochenta el principal enemigo de muchas organizaciones cristianas norteamericanas tras grabar canciones como Mr. Crowley,dedicada al mago «negro» Aleister Crowley que, a principios del s. XX, había fundado su propia religión tras pertenecer a diversas sociedades secretas, llegando a reunir en la abadía italiana de Cefalu a sus correligionarios donde practicaban ritos satánicos, en los que se mezclaba el sexo, la sangre…



La canción acusada de contener un mayor numero de mensajes satánicos ocultos seria también de otro grupo inglés de los setenta, millonario en fama y ventas, Led Zeppelín y su gran éxito Stairway to Heaven (‘Escalera al cielo’) que se unió a la fama de amante de la guija de su guitarrista, Jimmy Page, que llegó a vivir en una casa que había pertenecido al mago Alister Crowley, junto al Lago Ness.

Tras calmarse un poco las aguas, a principios de los ochenta, la irrupción del heavy metal volvería a abrir la caja de los truenos. Los australianos AC-DC, afincados en el Reino Unido, estaban en la cresta de la ola con su gran éxitoHighway to Hell (‘Autopista al Infierno’) y otros menores como Hell aint a bad place to be (‘El infierno no es un mal sitio para vivir’) o Sin City (‘Ciudad del pecado’), llegando a aparecer su guitarrista Angus Young en los conciertos disfrazado con rabo y cuernos además de su uniforme de Daniel el Travieso.

El éxito de la banda llevó a nuevos grupos como los también británicos Iron Maiden a lanzar el álbum The Number of the Beast (666, el numero asignado al Diablo), incluyendo en el mismo textos de la famosa Biblia Satánica de gran difusión entre los satanistas. La portada del disco, con el monstruoso Eddie dirigiendo como un titiritero a los hombres en forma de marionetas era demasiado para los grupos salvadores de la moral cristiana que iniciaron una campaña de censura, sobre todo en los Estados Unidos, lo que al igual que en el resto de los casos descritos supuso un efecto boomerang propagandístico para la banda que le permitió darse a conocer en este país. Otros grupos, como Venom, precursores del estilo black metal no tuvieron tanta suerte, ya que tras argucias aduaneras, les prohibieron de manera permanente entrar en Estados Unidos; y es que los tres primeros discos de la banda, In league with Satan (‘Aliados de Satán’), Welcome to hell (‘Bienvenido al infierno’) y Black metal (‘Metal negro’) eran demasiado explícitos.

La semilla del binomio satanismo/éxito garantizado, supuso que los grupos norteamericanos se subiesen al carro iniciado por los británicos y empezasen a proliferar canciones como Burn in Hell (‘Arder en el infierno’), de Twisted Sister,Shout at the Devil (‘Grita al diablo’) de Motley Crue, o Hell awaits, de Slayer. Desde Texas, el grupo WASP (We Are Sexual Perverts; ‘Nosotros Somos Pervertidos Sexuales’) lanzaban su primera canción I Fuck Like a Beast (‘Follo como una bestia’) añadiendo más leña al fuego de la creciente polémica entre el rock y las asociaciones defensoras de la moral cristiana. Otro ex-cantante de Black Sabbath, Ronnie James Dio, creaba su propia banda y al igual que Ozzy Osbourne llenaba las portadas de sus discos de imágenes de Satanás, como la muy explicita Holy diver.

Tras un periodo, donde el tema parecía haberse olvidado, la irrupción de la banda de Marylin Manson gracias a su álbum Antichrist Superstar, volvía a poner en el candelero la relación satanismo y rock. Marylin Manson, educado bajo el catolicismo más férreo, ya en los tiempos del instituto se había dado cuenta del éxito que suponían aquellos discos prohibidos de los ochenta entre sus amigos, generando todo un mercado de intercambio de los mismos entre sus compañeros. Años más tarde, al fundar la banda, tenia bien claro que unos toques satánicos le darían una popularidad gratuita necesaria para todo nuevo grupo; así, utilizó como productor de su gran éxito Antichrist Superstar a Trent Reznor que se había hecho famoso con su banda Nine Inch Nails tras grabar el disco The Downward Spiral en la mansión donde había sido asesinada la mujer del director de cine Roman Polanski, Sharon Tate, a manos de la secta satánica de Charlie Manson, del que —además— había adquirido el nombre para su banda. Para alimentar más el mito, Marylin Manson se hizo ordenar sacerdote por la Church of Satan (‘Iglesia Satánica’) del reverendo Antón Laveyescritor de la famosa Biblia Satánica, inspirada en textos de Nietzche y Aleister Crowley, que sugirió tantas cosas a estos y otros grupos musicales.






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