lunes, 13 de mayo de 2013

Horrores Médicos: Negligencia



Una negligencia medica es aquella negligencia en la que un miembro del personal sanitario, ya sea un médico, enfermera o un auxiliar de enfermería comete un error, o por cualquier razón este no sigue las reglas y protocolos estipulados en los diferentes hospitales causando en el paciente un daño inesperado y en muchos de los casos estas lesiones pueden llegar a causar graves secuelas de por vida. Por ejemplo, las leyes del estado de Massachusetts estipulan que al doctor no se le puede acusar de negligencia medica si el paciente sufre de una condición preexistente, pero si el médico la agrava de algún modo inadecuado, entonces éste puede ser llevado ante los tribunales de justicia.

Casos de impurdencia y negligencia médica ocurren con cierta frecuencia. Algunos de los más sobresalientes fueron recopilados por el sitio electrónico oddee.com. Sobresalen las pésimas prácticas de Earl Bradley, quien abusó sexualmente de más de cien niños, y Walter Freeman, quien realizó unas 30 mil lobotomías.





1.- El doctor que "personalizó" el útero de su paciente. Luego de practicar una histerectomía, un ginecólogo decidió marcar con un aparato cauterizador el nombre de su paciente en su útero recién extirpado. Un acto que el doctor llamó "de amistad", mientras que la paciente lo clasificó como "una conducta despreciable".

Esto sucedió en California, Estados Unidos. Ahí, el doctor Red Alinsod ahora enfrenta una demanda por parte de Ingrid Paulicivic, una estilista de 47 años quien asegura que el médico utilizó el aparato cauterizador para tallar y quemar la palabra "Ingrid" en el útero que le fue removido en junio del 2009.









2.- El cirujano que veía jugar a México en la Copa del Mundo mientras practicaba una operación. Un cirujano en Suiza fue sorprendido mirando un partido de futbol mientras practicaba una delicada operación. También se le vio tomando alcohol durante un descanso que tuvo en tanto practicaba otro procedimiento. Afortunadamente para él, las consecuencias no fueron graves.

Se trata del doctor Vicente Bettschart, quien operaba el abdomen de un paciente el 17 de junio de 2010 mietras veía el partido Francia vs México. Con todo el espíritu futbolero, el cirujano subió el volumen del televisor hasta llenar el cuarto con el sonido de las vuvuzelas y porras.

Un mes antes, Bettschart practicaba una cirugía intestinal cuando decidió tomarse un descanso para ir por un aperitivo. Las enfermeras y asistentes dicen que el doctor expresó: "Es hora de un apero. Voy a tomarme un vasito". El apero es una bebida italiana que generalmente se mezcla en bebidas embriagantes. El descanso duró media hora y el doctor no ha recibido más que regaños, pies sus jefes lo apoyan.













3.- El doctor que utilizó su esperma para embarazar a diferentes pacientes. Se trata de Cecil Jacobson, un médico especialista en fertilización que utilizó su esperma para fecundar a sus pacientes sin informarles. Por esta situación fue arrestado.

Una de las pacientes informó que sería fecundada vía fertilización in-vitro con el esperma de un donante anónimo que tuviera las características de su marido. Pero el doctor cambió el esperma del donante por el de él mismo. Esto lo llevó a una sentencia de 5 años en prisión.









4.- El doctor que insertó un desarmador en la espalda de su paciente. En Hawai, un cirujano fue demandado por mala práctica luego de que intencionalmente insertó la punta de un desarmador en lugar de una barra de titanio en la espalda de un hombre. Se trata de Robert Ricketson, quien aseguró no tener otra opción más que implantar el desarmador en la espalda de Arturo Iturralde, de 73 años.

La pieza provisional se partió en dos justo días después de la operación, que fue realizada en enero del 2001. Por tal motivo, Iturralde tuvo que someterse a otras tres cirugías para que le pusieran las barras adecuadas. Pese a ello, el paciente quedó parapléjico y murió dos años después.

Después de que Ricketson removiera la pieza destornillador, sus enfermeras la sacaron de la basura, la llevaron ante un juez y avisaron a la familia del paciente lo sucedido. Después se descubrió que la licencia del doctor había sido suspendida en Oklahoma y revocada en Texas, luego de una serie de demandas por negligencia.








5.- El doctor que practica "la cirugía del amor" a sus pacientes sin informarles.

James Burt es uno de los individuos más espeluznantes que posee una licencia para practicar la medicina. Pasó décadas operando los genitales de mujeres justo después de que daban a luz, sin decirles lo que hacía. Desde su perspectiva, mejoraba las partes genitales con las que esas mujeres habían nacido.

Sus operaciones resultaron cortes por los que muchas pacientes necesitaron cirugías reconstructivas. Hubo una demanda de 21 millones de dólares contra él, que no procedió porque renunció a su licencia como doctor. "¿Qué me ha hecho? - Sólo te parché (...) será como si fueras virgen otra vez", declaró Coney Mitchell, paciente que Burt trató, informa la revista people.com.













6.- El doctor que asfixió a una niña de 10 años mientras realizaba una terapia de re-nacimiento. La terapia de renacimiento es una alternativa para tratar la salud mental de niños que sufren trastornos por haber sido adoptados. Es controvertida porque se registran por lo menos seis casos documentados de muertes de niños en el proceso.

En el año 2000, una niña de 10 años murió de asfixia cundo su terapia de renacimiento salió horriblemente mal. Candace Newmaker era su nombre. Ella fue envuelta en capas de mantas y luego forzada a luchar por salir con el fin de "renacer". Pero tuvo que luchar también contra el peso combinado de sus terapeutas y su madre, sumando casi de 700 libras. Candace no pudo hacerlo y murió.

En el video de la sesión se escucha a la niña pidiendo a los terapeutas que la dejen libre: "Me voy a morir. Por favor, no puedo respirar" -"¿Quieres morir? Ok, muere. Anda, muere ahora mismo", dijo uno de los terapeutas. Cuando finalmente la sacaron de entre las mantas, la niña se encontraba inconsciente y fue declarada muerta al llegar al hospital.

Tras el incidente, Watkins y Poner, terapeutas, junto con dos asistentes, fueron condenados a 16 años de prisión, y el método de renacimiento fue prohibido en Colorado.














7.- El médico que dejó una esponja en la columna de su paciente. Un doctor de Baltimore dejó una esponja en la espalda de un paciente durante una cirugía, y sólo se lo dijo luego de que el objeto apareciera en una radiografía que fue tomada 17 días después.

El responsable fue Spiro B. Antoniadis, quien fue demandado por negligencia médica. Él sólo admitió su error luego que el paciente John P. Freel desarrollara una infección y presentara dolor en la espalda baja y la pierna derecha. También sufrió disfunción eréctil e impotencia.









8.- El pediatra que abusó de 103 pacientes y se grabó. Earl Bradley, de 56 años, fue acusado de abusar sexualmente de 103 pacientes en un periodo de 10 años. Bradley acumuló acusaciones por 471 delitos graves. La principal prueba en su contra fue un video que él mismo tomó. En él hay evidencias de la mayoría de sus crímenes.











9.- El doctor que le puso un tatuaje temporal a su paciente mientras ella estaba anestesiada. El doctor Steven Kirshner, cirujano ortopédico de Nueva Jersey, piensa que la risa es la mejor medicina. Por ello le gusta colocar tatuajes temporales a sus pacientes anestesiados, como una pequeña sorpresa para cuando regresen a casa.

Pero no todos comparten su sentido del humor. Por eso Elizabeth Mateo lo acusó de colocarle un "tatuaje temporal de una rosa roja" en su vientre. Ella encontró el dibujo por debajo de la línea de su ropa interior cuando su marido la ayudaba a cambiarse de ropa. Había tenido una operación de hernia de disco.














10.- El médico que realizó cerca de 3 mil lobotomías. El tratamiento de las enfermedades mentales no había tenido mucho éxito hasta la introducción de drogas, en 1950. Una década antes, Walter Freeman marcó el inicio de uno de los periodos más oscuros en la historia de la psiquiatría.

Él proclamó a la lobotomía la cura de un sin fin de enfermedades mentales, desde la depresión hasta la hiperactividad. La operación consistía en insertar un objeto punzo cortante a través de la cuenca del ojo para destruir los lóbulos frontales.

El tratamiento se volvió tan popular que se llegaron a realizar 50 mil lobotomías. De ellas, 30 mil se le atribuyen a Freeman. Aun cuando éstas fueron desacreditadas, el médico siempre creyó en ellas. Pasó lo últimos años de su vida visitando a sus víctimas para demostrar que se habían beneficiado de su trabajo.










Conteo extraído de: http://de10.com.mx/9823.html




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